La Auditoría Odontológica ¿una tarea sencilla?
Es conocido por todos los odontólogos que nuestro ejercicio profesional ha presentado en el transcurso del tiempo una transformación que ofrece características paradojales. Por una parte, en sus aspectos técnicos y científicos, evolucionó desde un empirismo primitivo, a una ciencia de avances constantes, que conllevan la necesidad de una actualización sin la cual ningún profesional puede ser competitivo y exitoso.
Pero, simultáneamente con este proceso, Las circunstancias socio-económicas han modificado la relación paciente-profesional que pasó a ser de bilateral a multilateral. En efecto, la aparición de la tercerización con un agente que abona parcial o totalmente el tratamiento, implica la necesidad de pautas o normas que rijan la relación citada.
Es entonces cuando aparece otro factor actuante que constituye el nexo indispensable entre el agente pagador y el prestador: la Auditoría Odontológica.
El Auditor, ha de ejercer una tarea en apariencia sencilla: comparar la documentación recibida con Las normas vigentes para la entidad donde ejerce sus funciones. Si esto fuera todo, esta labor podría efectuarla el personal administrativo, con un pequeño adiestramiento, o aún una computadora con el programa adecuado. Pero, evidentemente esta tarea no es tan simple, ya que el Auditor no es un mero funcionario que automáticamente acepte o rechace prácticas basado exclusivamente en una normativa rígida ,sin considerar algunos aspectos fundamentales que no ha de ignorar.- Si bien detallar Los diversos elementos que configuran el perfil del Auditor va más allá de Los objetivos de este artículo, y, por otra parte puede consultarse la bibliografía editada por la Asociación Civil Argentina de Auditoría Odontológica en sus revistas y libros, señalemos algunos principios fundamentales para la labor de los auditores. En primer lugar destaquemos que la denominación es Odontólogo Auditor y no Auditor Odontológico. resaltando así el concepto de prevalencia de la condición de profesional que lo hermana en el quehacer científico con sus colegas.
Sabida es la relación semántica e histórica entre Auditor y Oidor, ambos examinaban Los hechos a fin de facilitar la acción de la Justicia,(según la definición clásica, el oidor era el funcionario judicial que oía Los testimonios, es decir que tomaba conocimiento de Los hechos, a fin de emitir un dictamen, el auditor , por su parte, «informa sobre la interpretación o aplicación de Las leyes y propone la resolución correspondiente») Pero es preciso no olvidar que ambas palabras se relacionan con el acto de oír, y esa acción no ha de limitarse o parcializarse, sino a estar atento a Los hechos, a las circunstancias y a Los testimonios de todos involucrados. ACADAO, a fin de brindar una definición que dentro de su brevedad sea lo más abarcativa posible ha hecho suyas Las palabras del Dr. Rubén Casal: «Auditoría Odontológica, es una disciplina Técnica, Científica, Administrativa, tendiente a evaluar la calidad de la atención Odontológica, medida en su contenido, por la conceptualidad clínica, sus Normas de Aplicación, y la Legislación Vigente».
En nuestra práctica muchas veces pareciera que únicamente el afiliado o el agente terciario tienen voz, no es así, el profesional no sólo tiene sus derechos, sino que debe ejercerlos, y para ello debe conocerlos. Llegamos así a un punto central en la problemática del Odontólogo Auditor: Para mantener la adecuada homeostasis, es decir el equilibrio entre profesionales, entidades financiadoras y pacientes, es preciso tener la preparación necesaria, el respaldo que brinda el conocimiento constantemente actualizado y el intercambio de conocimientos con otros auditores. Muchas veces la presión que ejercen Los afiliados, coloca nuestros colegas ante una dura disyuntiva: aceptar un reclamo que consideramos injusto y perjudicar al prestador o perder nuestro trabajo. Otras, en cambio, el afiliado tiene razón, pero hemos de enfrentarnos con un par nuestro, a veces renuente a admitir su equivocación. Es evidente entonces que realizar la auditoría de prácticas odontológicas no es fácil ni tan placentera como pareciera, Extenderme en situaciones y ejemplos de ello sería fatigoso para Los lectores, ya que cualquier auditor puede abundar en la descripción de conflictos y tensiones en su labor. Consideremos entonces que solución se puede proponer para facilitar nuestro accionar.
Ante todo: Poseer Los conocimientos científicos indispensables. Actualizarnos en Las técnicas y herramientas de la Auditoría.
Comprender que el Auditor no es un gendarme ni un juez, no juzga ni condena a sus colegas. Evalúa la calidad de la atención y promueve normas y pautas justas y equitativas No se aisla, para ello La Asociación Civil Argentina de Auditoría Odontológica, hace más de dos décadas que promueve la formación y capacitación de auditores.
Por medio de cursos de especialización en todo el país, tres Foros, dos Congresos, publicaciones, intervención en Congresos de entidades hermanas, conferencias, acuerdos interinstitucionales, página web, etc.
Está en contacto con todo auditor que precise información o ayuda para el mejor desempeño de sus funciones. Propender a la unidad de todos los auditores. ACADAO tiene las puertas abiertas a las inquietudes e ideas de los colegas que compartan el deseo de perfeccionamiento incesante. Así, con el esfuerzo de todos, podrá jerarquizarse aún más la figura del Odontólogo Auditor dando esplendor a una Especialidad que enorgullezca a la Odontología Argentina.